
Cuando me dí cuenta del fiasco fui rapidamente a comprar otro regalo, pero ya no fue igual; se parecía, pero no era igual. Pero antes de la entrega de los regalos; sin saber todavía las conexiones invisibles, mi amiga visible (cuyo nombre verdadero es Audrey Hepburn) me dijo que vendría de visita a Madrid Y yo pensé: "Pues mira que suerte la tuya que el otro lo recibirá también en mano"(luego resultó que ya sabía que su amigo invisible era yo).
La historia es graciosa...pero a mi no me hizo ninguna gracia en el momento fatídico en La Roda; mi cara se quedó como la de la foto pensando en la cara de desolación de Audrey. sin embargo, ella, con elegancia se fumó un cigarrillo y puso buena cara, aunque por dentro pensase: "Pues si que es invisible este tio!!"
PD: Gracias a mi amigo invisible porque 16 años despues, él, no falló. Gracias también a los demás por un viaje en el tiempo que no tiene precio. Y gracias a Audrey por tu cumprensión