lunes, 30 de junio de 2008

Las cuestas



Me propuse una ruta de montaña corriendo, y he de decir que lo intente, incluso me deje la piel (adjunto documentos de ello) para lograrlo, pero a lo más que llegué es a ir deprisa cuesta arriba y todo lo rápido posible cuesta bajo sin matarme. Buscaba hacer 14 km pasando por la Bola del Mundo y llegan do hasta las Cabezas de Hierro, pero me quedé en unos vulgares 10 km en 2 horas 27 minutos, sin llegar a las Cabezas. Bajé por las pistas de Cotos dejándome las manos y los pies (antes lo intenté por el Canchal y... después de un para de resbalones peliagudos di la vuelta y busque algo mas seguro. Para ser mi primer intento, llevar dos meses sin correr ni un km y cargar con agua de sobra para el porsiacaso, no esta mal. La próxima vez no se me olvidará echarme crema del sol, por que convertirme parcialmente el Hellboy duele bastante.

En la estación me fueron a buscar el tercio de Mosqueteros motorizados y me llevaron de paseo a descansar y comer tranquilamente con unas señoritas amigas de Mylady muy graciosas y divertidas ellas. Pero no contento con eso me dedique a explorar las sendas pedregosas camara en mano como alma que lleva el diablo y, en ese momento si que corrí, eso era lo que buscaba. La tensión se adueña de tu cabeza para buscar un apoyo seguro, tus ojos se clavan en el suelo escudriñando cada piedra, cada socavón, cada curva en la que tus zapatillas lo dan todo para pegarse al suelo pero no pueden. En su momento subiré esos vídeos y gravaré mas seguro.

El caso es que yo me divertí y resto del personal también. Así que buscaremos mas y mejores rutas.

PD: Las zapatillas nuevas de las que ya os conté son la leche, pero la leche leche leche. Eso es tracción pura, pegamento al suelo... seguiré poniéndolas a prueba, pero para empezar...

1 comentario:

tiolalu dijo...

¡EL EFECTO FRESA NATA!