viernes, 21 de noviembre de 2008

Vestirse por los pies

Se suele decir de las personas cuando son que "se visten por los pies" cuando son integras, nobles etc etc. Yo lo he aplicado muy a rajatabla, de echo es una de las dos cosas en las que procuro fijarme, porque los zapatos de las personas hablan a gritos de ellas y diciendo la verdad que es mas importante. A través de los zapatos se ve si le importa mas aparentar que ir comodo, si le importa la estetica o la funcionalidad, incluso si se preocupa por llevar el calzado adecuado a la ocasion; no me refiero a temas de etiqueta sino a calzado adecuado a la actividad que corresponde.

Yo siempre (desde que tengo consciencia apra decidir sobre esto) he preferido el calazado comodo y adecuado. A lo mejor se debe a que en ciertas ocasiones les exijo mucho a mis pies y por eso procuro que siempre tengan el material adecuado. Para el uso diario y el pachangueo deportivo tampoc se nota mucho, pero al deborar kilometros de asfalto, de acera, de tierra, de barro, de piedra, de mezcla de todo se nota y mucho. Se nota la traccion, la estabilidad, la amortiguacion incluso la comodidad, el disfrutar solo de sentir el aire en la cara, en los pulmones, el corazon marcando ritmo y blablabla todas esas cosas de anuncio de compresas, pero donde de verdad se nota es despues, cuando solo sientes cansancio y no dolor

Pues bien hoy he comprobado empiricamente que esto tambien es aplicable a otro calzado, el de los vehiculos. Me centrado en las dos ruedas de propulsión gravitatorio-animal.

La bici venia con unos neumaticos muy ligeros, de marca y bastante aparentes (unos Hunchinson Barracuda Air Light de 2.1 para mas señas que valen 42 pavos). Nunca acabaron de gustarme, al tumbar en curva no daban seguridad. Al principo lo noté en tierra suelta, pero conforme avanzaba fallaban mas, en barro, en duro, en piedras...en todo!! y ademas pinchaban!!!! Cuando me harté (o mas bien, ví el suelo demasiado cerca) los cambié. Los elegidos fueron unos Maxxis High Roller de 2.35, vamos, bien gordos. Y es otra dimensión, uno se puede tumbar, se puede meter la bici en trazadas que antes eran impensables y lo mejor, cuando te la vas a dar, aprietas los dientes y tiras de la bici y ellos responden (lo digo por que hoy me han salvado un par de veces) cuesta abajo ya es un mundo seguro (o casi)

La otra cosa es... en otro momento de lucidez

3 comentarios:

Hachoweb dijo...

Que fuerte, de pequeño me daba por ver "El coche fantástico" y de mayor leo sobre "La bici fantástica".

¿También habla?

Lleva cuidado que cada vez las curvas gustan mas y llega el momento en que el equilibrio (y el momento) no es el correcto y te vas al suelo. Aprende donde están los límites de esas bici. Si los tiene. Jeje.

Mosquetero Rudigger dijo...

Eso es lo que da miedo, que ahora no sé cual será el limite, la bici o yo...pero con calma no vaya a ver percances no deseados

Hachoweb dijo...

Igual me pasa en la moto. Hay una curva en Murcia que une una autovia con otra, y una vez vi pasar una moto por es curva bastante rápido, y acostando bastante.

Yo la paso a 70, pero empiezas a pensar ¿cómo será a 80? Asi, hasta que te la pegas.

Miedo absoluto.